Saturday, June 30, 2012



Derechos versus privilegios.
Por Sergio Hernández

Recientemente un amigo quedó un poco confundido cuando le explicaba que la Constitución americana no otorgaba derechos.

Los derechos no se los otorga la Constitución al individuo, sino que ellos son INHERENTES a él y no provienen de un pedazo de papel.  Por lo tanto, el individuo no puede ser separado de sus derechos.  Los derechos, al igual que los pensamientos, que los sueños, son intrínsecos al individuo y todos se derivan del derecho básico y fundamental a la propiedad.

El privilegio, en cambio, es un beneficio particular o ventaja disfrutado por una persona, compañía o grupo más allá de las ventajas comunes de otros ciudadanos.  Es un poder extraordinario o una excepción.  El privilegio es otorgado por una “autoridad superior” al individuo.

Como axioma, los derechos y los privilegios son opuestos, mutuamente excluyentes.  Usted necesita permiso para ejercer un privilegio, pero no para ejercer sus derechos.

Este axioma presenta tres colorarios:
1.Todos los derechos se derivan de la propiedad.  La primera propiedad del individuo es su propio cuerpo y, en consecuencia, el individuo tiene derecho a la vida, a la libertad, a hacer con su cuerpo lo que él decida.  
2.Todo derecho implica responsabilidad.  El ejercicio de los derechos individuales traen consigo que el individuo responde por sus actos.  
3.La única limitación a los derechos de un individuo es los iguales derechos de los demás.

Entre los derechos individuales están el derecho a la vida –nadie tiene derecho a quitar o dañar la vida de otro en modo alguno-; a la adquisición de propiedad y su protección; a la libre expresión; al libre movimiento; a establecer contratos ilimitados con otros siempre que no violen los derechos de terceros; a la libre asociación.  

Con el objetivo de proteger la vida, la libertad y la propiedad de los ciudadanos, los individuos tienen derecho a formar un gobierno, así como abolirlo cuando dicho gobierno no cumpla con los objetivos para los cuales es creado.

Los derechos no te los otorga alguien, son inherentes a ti como ser humano, pero es tu responsabilidad mantenerlos  siguiendo estas reglas:

1.Defiende tu propiedad
2.Edúcate
3.Actúa

En las sociedades no libres encontramos como denominador común que los ciudadanos  han renunciado a la defensa de sus derechos.  En esas sociedades, por lo general, los ciudadanos se convirtieron en semi-esclavos de un pequeño grupo que para mantener el control total de la sociedad eliminó el derecho de propiedad.  Sin derecho a la propiedad el individuo queda a merced del gobernante.

El derecho inherente a la propiedad que el  individuo tiene viene acompañado con la responsabilidad de defenderla al precio que sea necesario, incluso con la propia vida.

Es responsabilidad de cada individuo defender su derecho a decidir qué hacer con su vida y su cuerpo, con quién asociarse, establecer sin limitación alguna el contrato que desee con otros individuos siempre que no efecten los iguales derechos de terceros. 

Tiene un individuo derecho a usar la propiedad de otro sin su consentimiento?  La respuesta es NO.

Un aspecto controversial de las sociedades modernas son los impuestos.  Al menos que el individuo acepte voluntariamente el pago de cierta cantidad de impuestos, estos constituyen un robo en esencia.

Precisamente son los impuestos la fuente de casi todos los privilegios que los estados “otorgan”.    Es decir, el estado confisca parte de la propiedad (el dinero) de unos ciudadanos para repartirlo a otros.  Este acto inmoral genera otras múltiples inmoralidades como corrupción, favoritismos y uso de la fuerza.   Claro, los gobiernos cubren este robo con un lenguaje edulcorante de “justicia social”.  Además de moralmente cuestionable la labor de “justicia” del gobierno es ineficiente. 

Contrariamente al discurso oficial de los gobiernos, cuando los ciudadanos pueden crear riquezas libremente y conservar el resultado de su trabajo, resulta que aumenta la caridad y compasición en la sociedad y se produce un flujo de donaciones privadas hacia los desvalidos donde no participa la clase parasitaria intermedia (el gobierno). 

A medida que los privilegios crecen disminuyen los derechos y la eficiencia de la sociedad.  A más privilegios, más pobreza.

Chicago; Junio 30, 2012.