Saturday, November 5, 2011

El gobierno y las crisis financieras.


Por Sergio  Hernández de Armas

Recientemente conversaba con un amigo que achacaba al libre mercado la crisis financiera que conllevó a la recesión y abogaba por más regulación por parte del gobierno.   Realmente parte de la prensa acompaña a mi amigo en esa opinión.  Pero la realidad es exactamente lo contrario: la causa es la ausencia de una verdadera economía de mercado.

En una economía de mercado el gobierno no manipula los precios de los bienes, sino que los precios los fija libremente el mercado como resultado del balance entre la oferta y la demanda.   En nuestra economía el gobierno manipula el precio del más importante de los bienes y que representa el 50% de toda transacción económica: el dinero.

El precio del dinero es el interés que el prestatario acepta pagar para recibir un préstamo.  Por lo tanto, como cualquier otro bien, el precio del dinero (interés) debe establecerse como resultado de la oferta y la demanda de dinero. 

En una economía de libre mercado si un banco quiere aumentar la entrada de dinero para prestarlo posteriormente, entonces eleva la tasa de interés que paga a los depositantes para estimularlos a depositar, mientras más depositan más ganan.   El objetivo del banco, como el de todo negocio, es obtener una ganancia y cuando tiene suficiente dinero acumulado en sus arcas entonces estimula la solicitud de préstamos por parte de los negocios rebajándole la tasa de interés a estos últimos.  Es decir, estimula el depósito aumentando la tasa de interés y el préstamo rebajándola. 

El banco, como cualquier otro negocio, cuando tiene en existencia una elevada cantidad de producto baja su precio para poder vender más, es decir, en este caso baja la tasa de interés a los negocios.  La tasa de interés tiene una muy importante función: sirve como una señal a los negocios; cuando es baja significa que los consumidores están ahorrando dinero y cuando es alta significa que no están ahorrando lo suficiente.  El empresario que va a invertir en productos para el futuro necesita saber si los consumidores tendrán suficiente dinero en ese futuro para adquirir sus productos.  Si el consumidor no está ahorrando significa que quiere gastar su dinero en el presente en vez de en el futuro.  En este último caso el empresario no debe acometer gastos de inversión cuya madurez será en el futuro porque  para ese entonces no tendrá la suficiente demanda para sus productos.  Los negocios deben pedir préstamos bancarios para inversión cuando los consumidores están ahorrando dinero, no cuando lo solo están gastando.  Pero los empresarios no necesitan adivinar si los consumidores están ahorrando dinero o gastándolo.  La tasa de interés es la señal perfecta para la decisión de invertir por parte del empresario en una economía sostenible de libre mercado.  

El problema radica en que no tenemos una economía de libre mercado porque el gobierno manipula la tasa de interés.  La Reserva Federal (banco central) puede prestar dinero a los bancos a una tasa de interés muy baja que no responde a ley de la oferta y la demanda.   Entonces los bancos tienen mucho dinero para prestar y bajan la tasa de interés transmitiendo así la señal errónea a los empresarios que piensan que es el buen momento idóneo para invertir porque el dinero es barato y suponen que responde a un ahorro sustancial por parte de los consumidores.    Los empresarios invierten, contratan nuevos empleados, aparentemente la economía florece, todo el mundo está contento… hasta que los empresarios descubren que sus inversiones no son rentables y comienza una contracción de la economía cuya magnitud depende de la magnitud de la inversión previa en el momento erróneo. 

Por otra parte, como la Reserva Federal reduce la tasa de interés los consumidores no están estimulados a ahorrar.   Es decir, la intervención del gobierno tiene un doble efecto negativo sobre el mercado. 

Como el dólar no está respaldado en oro, la Reserva Federal imprime, o crea electrónicamente, cuánto dinero desea.  

Hoy gran parte del mundo, sobretodo los Estados Unidos, Europa y parte de Asia están atravesando una inevitable recesión económica cuya  causa esencial es la crisis financiera provocada por la expansión crediticia, es decir préstamos a una tasa muy baja de interés, que generó  inversiones erróneas.  

El sector inmobiliario ha sido el más afectado.  En el caso de los Estados Unidos tres fueron las razones básicas que crearon la “burbuja” en este sector :  1. la aspiración “socialista” del gobierno en tratar de que cada familia lograra “el sueño americano” al adquirir su casa propia; 2.  el desarrollo de productos financieros por parte de los bancos donde empaquetan los préstamos y los venden como acciones en la bolsa de valores; y 3.  la inexistencia de un libre mercado financiero .

En el fondo este proceso se produce debido a que unos pocos individuos –el gobierno- se consideran a sí mismo como los únicos dotados de la inteligencia necesaria para saber cómo dirigir la economía y la vida de los ciudadanos.    Esta arrogancia tiene distintos grados y en algunos casos llega al extremo con los regímenes totalitarios donde el gobierno no solo controla las finanzas, sino toda la vida de los ciudadanos.  Solo el libre mercado permite un desarrollo sostenible y una rápida corrección de los errores económicos.

Chicago, Octubre 6, 2011. 

No comments:

Post a Comment